Unos agradecimientos que hacían falta

Cuando tenía once añitos escribí mi primer relato. Nunca lo olvidaré. Era un cuento que trataba sobre una princesa perdida a la que los animales del bosque ayudaban a volver a casa. Ahora, visto desde la perspectiva de la edad, no parece nada...de hecho, aún lo tengo y, cuando tengo una crisis existencial, lo cojo y lo releo para recordar por qué escribía y por qué tengo que continuar haciéndolo...y siempre pasa lo mismo. Cuando empiezo a leer esas letras mal hechas, las frases cortas y los diálogos evidentes, no puedo evitar sonreír al recordar lo mucho que disfrute haciéndolo y lo orgullosa que me sentí cuando mi "profe" escribió un: Muy bien hecho, Tamara, se ve que tienes una gran imaginación; palabras que, provenientes de esa mujer quisquillosa y regañona, me sonaron a gloria, que queréis que os diga.
Y así pasaron los años y fui acumulando relatos. Primero escritos a mano, con una letra bastante mala y dibujos extraños para ilustrarlos (soy muy mala dibujando, así que imaginad qué tipo de dibujos podía hacer xD); luego en un disquete de ordenador y, finalmente, en un pendrive... ¡Qué maravillosos cambios! A los dieciséis años decidí participar en concursos de narrativa y poesía, y estoy orgullosa de decir que siempre acabe en segundo lugar o fui ganadora de los concursos. Eso inflamó mis ganas de seguir escribiendo. También en esa época descubrí el maravilloso mundo de la poesía y empecé también a escribir mis pequeños poemas; incluso me atreví a hacer algunos en inglés y me compré un cuaderno para irlos poniendo todos...cuaderno que hoy en día sigo usando, a pesar de que luego lo paso todo al ordenador, pero es que no sé escribir poesía directamente en el pc, necesito mi cuaderno y mi boli para que me salgan...manías.
Así pues, poco a poco fui avanzando en el camino...Escribí alguna novela, aunque ahora al leerlas no me parecen tan buenas y me he propuesto reformarlas...algún día, claro xD Y empecé a pensar que sería maravilloso poder ver algo mío publicado.
Hace poco me decidí a ello gracias a los blogs de autores como Anxana, que fue mi primer contacto con una autora novel y que significo mucho para mí, o Pat y otros muchos que no voy a mencionar pero que saben perfectamente quiénes son. Gracias a esta decisión he conocido a gente maravillosa (de hecho, tenéis sus blogs en un lateral, eh?? :D ) que me ha servido de modelo para seguir adelante y me han demostrado que no soy la única que pasa por esos momentos de desesperación a causa de este mal vicio que es escribir. También debo decir que he tenido suerte y, desde que me decidí a publicar, he tenido el apoyo de la gente a la que quiero (mi hermano, mi novio, mis padres, amigos...), algo que es bastante importante a la hora de vivir en este barco a la deriva sin saber muy bien si voy a alcanzar tierra firme o si voy a quedar al merced de las olas y del tiempo.
¿Qué quiero decir en este post tan ñoño? Pues, realmente, quiero agradeceros a todos vuestra presencia en mi vida y vuestro apoyo. Sinceramente, tengo en mente cumplir ese sueño que es publicar, pero ahora mismo me siento complacida por lo que he logrado tomando esa decisión y, si no lograse publicar, creo que me quedaría satisfecha con esta experiencia que me ha hecho conocer a gente maravillosa y verificar quiénes son las personas que me quieren de verdad.
Muchas gracias a todos por todo lo que hacéis, incluso sin daros cuenta, por ayudarme en este camino de ensueño.