Los españoles no podemos elegir si hacer o no sacrificios. No tenemos esa libertad. Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno Español.La frase que encabeza el post de hoy es, sin lugar a dudas, una de esas perlas que pasarán a la posteridad y que nuestros hijos y nietos posiblemente estudiaran en Historia; aunque también es una de esas perlas que dicen mucho más de lo que querrían decir, sobretodo a aquellos que tendemos a mirar con lupa las afirmaciones de nuestros gobernantes.
No sé dónde se habrá quedado el orgullo patrio de nuestro señor presidente, ese mismo que no hace tanto clamaba la soberanía española como base de sus decisiones y no la soberanía alemana. No, no lo sé. Tampoco sé cómo es posible que estos personajes hayan alcanzado puestos de poder sin tener lo que es necesario para acceder a ellos; no son buenos diplomáticos, no son grandes oradores, no son estrategas o pensadores, ni siquiera son dignos luchadores y patriotas...¿qué narices tenemos en el gobierno? Pues si hacemos caso a la somera frase que nos ha regalado nuestro señor presidente, lo que tenemos son unos muñecos de paja muy realistas manejados por las cuerdas de una Europa que, a su vez, parece haber sido sometida por Merkel, esa mujer que sí tiene razones para ocupar un puesto de poder porque, oye, otra cosa no, pero es una estratega muy buena. Así pues, según nuestro querido presidente, los recortes impuestos a todos y cada uno de los españoles no son cosa del gobierno español porque, al parecer, nos hemos convertido sin saberlo en uno de los feudos alemanes y ahora dependemos directamente de las decisiones de unos señores a los que ni siquiera hemos votado...bueno, aunque lo de votar en España no es sinónimo de mejora, tal y como está planteado el sistema político... No tenemos libertad. Lo dice Rajoy como si fuese algo normal, una consecuencia lógica, pero no es normal y mucho menos aceptable. No es normal que un presidente se valga de excusas y de acusaciones para salirse con la suya sin que su popularidad se vea afectada; no es normal que el presidente de un país prefiera condenar a su pueblo para salvar a unas pocas entidades bancarias; no es normal que un dirigente político se deje pisotear por otros olvidándose de que su deber es luchar por el bienestar de su país... Claro, supongo que al señor Rajoy todo le importará un comino porque, al contrario que al resto de los españoles, a él no le van a despedir ni a bajar el sueldo ni a trasladar; él seguirá preocupándose de llamar a Merkel todos los días para que la buena señora le diga qué camisa y qué corbata debe ponerse, mientras que los demás nos ahogamos en unos recortes que no suponen ningún beneficio para el país, aunque sí para unos pocos.
No tenemos esa libertad. Me río en la cara del señor presidente. Él no tiene libertad porque ha demostrado ser un líder incapaz, una persona débil y sumisa, un cobarde que prefiere evitar un confrontamiento directo. ¿Cuántas veces el señor Rajoy, presidente de España, ha decidido comparecer para explicar a su pueblo los motivos que le han llevado a tomar las decisiones que ha tomado? ¿Acaso se cree que todos los españoles somos una panda de analfabetos que no vamos a entender sus explicaciones y, por tanto, mejor nos tira un caramelo para entretenernos? El señor Rajoy no ha comparecido en una situación como la que vive España actualmente ni una sola vez para dar explicaciones razonables, alguna vez hemos oído a su primera al mando enumerar (mientras mira una hoja que supongo tampoco habrá redactado Rajoy) las decisiones tomadas, sin explicar el porqué o cómo nos van a afectar. Hemos tenido que soportar un silencio absurdo que demuestra que, actualmente, no vivimos en una democracia, por mucho miedo que dé la palabra. Vivimos una dictadura democrática que me recuerda bastante al paso de la República al Imperio en Roma...¿sabéis que Augusto en lugar de cambiar directamente al Imperio mantuvo las instituciones republicanas para impedir que el pueblo se diese cuenta de lo que pasaba y se levantaran contra él? Ahora pensad en lo que estamos viviendo; en cómo las instituciones democráticas han perdido todo su valor hasta tal punto que al presidente de un Estado no le es necesario compadecer para explicar sus decisiones y, cuando es preguntado en el Senado o el Congreso, prefiere contraatacar con una oratoria de parvulario antes que dar respuestas coherentes que demostraría que, ciertamente, sabe lo que se hace.
Supongo que ni el señor Rajoy ni ninguno de sus compañeros de decisiones verán jamás este post, pero a vosotros, lectores, os ánimo a no dejar que os engañen más; atended a las someras palabras del presidente y sus compinches, buscad la realidad detrás de sus mentiras y...por lo que más queráis...¡pensad! Porque nos pueden subir el IVA, nos pueden quitar pensiones y ayudas, pero lo que nunca podrán quitarnos es nuestra libertad de pensamiento y de expresión, y eso es lo único que nos queda en un período tan oscuro como el que vivimos.
Hola Enone! Soy del club de las Escritoras. Tienes un rinconcito encantador.
ResponderEliminarBienvenida.
Un saludo.