miércoles, 31 de agosto de 2011

Una canción que me inspira

Buenas noches, lectores.
Hoy me apetece compartir con vosotros una canción que me inspira, me arropa y me hace sentir menos sola cuando estoy en medio de uno de mis ataques "¿por qué narices hago esto?". Nach siempre me ha inspirado, pero esta canción...bueno, me parece que describe muy bien cómo nos sentimos aquellos que queremos dedicar nuestra vida a hacer algo que nos apasiona, pero que poca gente considera "de provecho".
No puedo recordar cuándo perdí la cuenta de las miradas de extrañeza o los cuchicheos que se despertaban cuando se me ocurría decir que me gustaba escribir...hasta que dejé de hacerlo, preferí escribirlo y guardarlo cerca, para, en días como estos, poder coger esas páginas y recordar por qué lo hago. Ahora, sin embargo, me encuentro con esta canción que merece la pena escuchar o, por lo menos, leer.
Esta entrada os la voy a dedicar a todos vosotros, que seguramente alguna vez os sintáis solos e incomprendidos, tentados a abandonarlo todo para poder ser aceptados sin miramientos por los demás...Luchad y recordad por qué hacéis lo que hacéis.
Dulces sueños, amigos.

Para mi es muy sencillo, la vida debería vivirse al límite, no hay que someterse a ninguna norma, ni dejarse influenciar por lo que lo otros puedan decir o pensar sobre ti, hay que ver cada momento, cada idea, cada día como un verdadero reto y entonces solo así una logrará vivir la vida en la cuerda floja.
Mientras el papel se llena mi espíritu se vacía,
de todas formas lo prefiero a tu oficina,
no podría haber ver pasar los días moviéndome igual que una autómata,
elegí el salto mortal del acróbata,
fui un nómada buscando verdades,
deje atrás tantas amistades
y corazones partidos en dos mitades,
tú que sabes de la incertidumbre,
del esfuerzo que supone elevar mis canciones hacía la cumbre
y aunque el desamor me tumbe,
iré en mi propia dirección, soy un sastre del desastre,
lastre en cada relación, un mago enamorado del riesgo y de sus destellos,
y quien quiera que me quiera deberá lidiar con ello.

Qué le voy a hacer si vivo tranquilo en otra galaxia,
si lo conocido me asfixia no calma mi ansia,
preso en la nostalgia las hojas son mi elixir,
andando en la cuerda floja, ¡está es la vida que elegí vivir!


Vivimos intensamente como si el tiempo nos odiara,
morimos por cada palabra sin temerle nada,
vivimos viendo cimas que están cada vez más cerca,
morimos y la rutina vigila tras nuestra puerta.

Seguimos recargando el arma, vomitando el alma,
escribiendo el malva, aguantando el peso en nuestra espalda.

Solos nos salva la fe, es todo lo que tenemos,
la cuerda floja en nuestros pies hoy pide que abandonemos.


Soy funambulsita, dueño de la cuerda floja, donde se ocultan los sueños,
vivo detrás de una hoja, así vi el ataúd, igual que el tiempo que se esfuma,
llevo encima aquella cruz por un poco de luz de luna.

He perdido tanto por no estar atento,
más que al boli y al papel y al recitar mis sentimientos,
he donado todo y he dado mi sufrimiento,
he abandonado a mí ser y se lo he regalado al viento.

Por un pedazo de cielo de las nubes
formadas con poesía con sabor a caramelo,
mas, mas cuando escribo, sangro y duelo,
qué me espera en el último peldaño de escalera hacia el anhelo o en el pozo de los deseos, perdí a mis dos mujeres, placeres por verdaderos trofeos,
he perdido todo menos un menos un tornillo desde que somos aliados el bolígrafo y yo.


Vivimos intensamente como si el tiempo nos odiara,
morimos por cada palabra sin temerle nada,
vivimos viendo cimas que están cada vez más cerca,
morimos y la rutina vigila tras nuestra puerta.

Seguimos recargando el arma, vomitando el alma, e
scribiendo el malva, aguantando el peso en nuestra espalda.


Solos nos salva la fe, es todo lo que tenemos, la cuerda floja en nuestros pies hoy pide que abandonemos.
Y aunque el suelo queme, miro hacia delante,
aunque ande cansado, créeme soy un amante que teme amar demasiado,
he aceptado mis dilemas, mis delirios, mis letargos,
he retado al equilibrio y no consigo derrotarlo,
he visto al presente a mi lado pasar de largo,
he llorado sangre escribiendo un pasado amargo,
he perdido el miedo y hasta el cielo de tu boca,
mas yo vivo donde hasta la floja cuerda quede rota, llamémosle la cuerda floja.

Plasmo mis escritos en la hoja con sagrada inspiración de luna roja,
soy funambolista de palabras y equilibrio por todos los que defienden paradoja.

Por los que viven en la hora en las que hayan ojos que les juzguen,
por los que a veces se hunden luego resurgen,
por los que lo arriesgan todo, por plasmar hoy en sus hojas ,
por los que caminan solos fingiendo en la cuerda floja.


Vivimos intensamente como si el tiempo nos odiara,
morimos por cada palabra sin temerle nada,
vivimos viendo cimas que están cada vez más cerca,
morimos y la rutina vigila tras nuestra puerta.

Seguimos recargando el arma, vomitando el alma, e
scribiendo el malva, aguantando el peso en nuestra espalda.



lunes, 29 de agosto de 2011

Nuevas opiniones sobre Eterna Oscuridad.

Queridos lectores y amigos de este rincón, hoy el día ha llegado cargadito de novedades, buenas novedades que me han hecho enrojecer totalmente y sentir ganas de saltar como una desquiciada...Porque hoy, amigos míos, he recibido no una, sino dos opiniones nuevas procedentes de dos buenas amigas de la blogosfera que tuvieron la gentileza de leerse Eterna Oscuridad.
Así que este post va dedicado a sus opiniones que, con permiso previo, pienso colgar aquí.Algunas cosas he tenido que borrarla para evitar destripar la historia, pero son detalles que no modifican para nada el resto de texto.

La primera la ha escrito Pat, autora del blog La Aventura de Crear Mundos Paralelos y una escritora fantástica que dice lo siguiente:

"Hola Tamara,
Ya he acabado de leer tu novela. En primer lugar me gustaría felicitarte, la historia me ha gustado y me he sentido tentada de seguir leyendo en todo momento para saber lo que sucedía a continuación. El ritmo es bueno, cierras cada uno de los capítulos con la intriga suficiente como para invitar al lector a no parar de leer, dando la información precisa para alentarlo. El final me ha dejado con la intriga de saber qué sucederá en la próxima entrega, a la vez que me ha sorprendido. ¡No me lo esperaba!
Los personajes está bien definidos y la ambientación te sumerge dentro de cada una de las escenas. La manera en la que tratas el tema de Elisa me gusta, su personalidad es fuerte y un tanto influida por los sentimientos hacia Daniel y los humanos, sin parecerse a la típica de su clase. En cuanto a James me encanta cómo se enamora de ella y lo que sucede al final. Y la Miasma está bien dibujada, como un ente con personalidad propia que se materializa para devorar a cualquier tipo de ser. El lobo tiene su parte graciosa y también es un tanto sensible. Paulo es un malo que también despierta algo en el lector, aunque a mí me parece una mala bestia.
Me pediste que fuera crítica, pues bien, si tuviera que aconsejare alguna mejora te sugeriría que alargases un poco el pasado de Elisa con Daniel. Me ha faltado saber más acerca de ellos, de su relación, de sus inicios. Aunque sólo es una sugerencia y la historia me gusta mucho."

La segunda opinión del día la ha hecho otra buena amiga, Raquel, autora del blog El Arcángel de Luz, blog que sirve como presentación a la novela homónima que, esperemos, no tarde mucho en salir a la luz.

"Bueno vamos por partes; lo primero decirte que me ha gustado. Casi desde un primer momento Elisa ya se ve en complicaciones y eso hace que te mantengas a la espectativa de lo que pasará. Sin duda creo que los elementos predominantes en esta obra, es el sentido de la amistad aun cuando existen diferencias entre ellos y el segundo elemento, es la incertidumbre. A medida que la historia avanza, los peligros que azcchan a los personajes, se hacen más palpables hasta que alcanzas un punto en el que te tiras de los pelos. Por eso mismo (y ahora viene mi "pero") se hace muy frustrante que la novela termine bajo mi modo de ver, de esa forma tan brusca. Espereba el estallido final donde la Miasma hiciese su gran ataque y nunca llegó xd. Quiero pensar que escribirás una segunda parte para atar los cabos sueltos. Además creo que es una historia que se le puede sacar mucha chicha así que estaría genial hacerlo. Luego en cuanto a personajes, me gusta mucho la actitud decidida de Elisa, la ingenuidad de James, el buen rollo de Gray y el punto cómico de Paulo. Aunque sabes que es un cabrón tiene frases que te ríes mucho con él jajajaaj.
A nivel técnico no soy quién para objetar nada puesto que me encuentro en una situación muy verde como escritora, pero sí que desde mi ignorancia, se puede decir que noté mejoría de las primeras páginas hacia lo que sigue la novela. Esa mejoría a la que me refiero es que al principio abusas de ciertos verbos o palabras y después se nota que tu vocabulario crece de manera considerable, por lo que solucionas ese problema. Tus descripciones del bosque son espectaculares, haces que se convierta en un buen escenario de misterio."
 En fin, muchas gracias a las dos por tan buenas y maravillosas aportaciones que me han animado mucho, la verdad, y que me sirven para mejorar algunas cosas de la novela.


viernes, 26 de agosto de 2011

Poema del día.

 © Tamara Díaz
(Reservados todos los derechos)

Te entregaré mi corazón herido, aun a sabiendas de que no lo vas a querer,
aun sabiendo que lo arrojarás lejos de tí y mirarás cómo se rompe en mil fragmentos,
fragmentos que cubriran el suelo y heriran mis pies desnudos, mezclando sangre con sangre.
Te entregaré mi alma desconsolada, aun sabiendo que no vas a cobijarla entre tus brazos,
aun sabiendo que ignorarás su dolor y la dejarás marchitarse en un rincón de esta sucia habitación,
habitación que será jaula dorada de mi vida pasada, donde cerraré los ojos y diré: no ha pasado nada.
Te entregaré el último aliento que salga de mi maltrecho pecho, te lo entregaré con un suspiro,
con un gemido y un lamento por no poder quedarme más tiempo a tu lado.
Te entregaré mi vida entera, mis sueños y mis ilusiones; romperé el futuro si no estás a mi lado,
dejaré de creer en un Dios que quiere separarnos; lucharé, mataré y mentiré si hace falta...
A ti, amor mío, sólo te pido que me abraces cuando tenga frío, 
acaricies mis mejillas mojadas por las lágrimas,
acojas con una sonrisa mis miedos y los transformes en sueños...
A ti, amor mío, sólo te pido que me quieras aunque sea un instante,
como la estrella fugaz cuya luz ilumina brevemente la sonrisa del niño
dejando después una nueva oscuridad eclipsada por el recuerdo.
Sé mi estrella fugaz y yo seré el niño que sonría a tu paso.

jueves, 25 de agosto de 2011

Inspiración y relatos


Queridos lectores,
Creo que el mejor ambiente para una historia es un bosque...esta no es la primera de mis historias que tiene como lugar de inicio un bosque (ni será la última, creo). ¿Por qué lo hago? Bueno, a mi los bosques me parecen algo mágico, sobretodo si acudimos en otoño y durante el atardecer (todas las hojas se tiñen de diferentes reflejos dorados que provocan una impresión maravillosa); además, los bosques me parecen lugares que pueden dar miedo o propiciar la aparición de seres misteriosos...No hay una historia fantástica en la que no haya un misterioso bosque, ¿verdad?
En fin, después de un largo tiempo sin actualizar este pequeño rincón, hoy he recibido un ataque de inspiración que ha dado lugar a un relato algo más extenso que los anteriores. Debido a su extensión (van diez páginas y aun no lo he acabado), he decidido que lo colgaré en tres partes para que podáis disfrutar de la lectura sosegada de esta historia tan mágica que, por desgracia, aun no tiene título...pero ya se nos ocurrirá algo, ¿no creeis?
En fin, compañeros y amigos, espero que este relato os guste y mañana colgaré la siguiente parte (a no ser que supliqueis para que no la ponga muahahaha).

Un saludo a todos y...¡qué viváis una tarde mágica!



© Tamara Díaz
(Reservados todos los derechos)

“Y ahora sólo queda un corazón destruido por la ira del hombre, dos corazones hundidos en la sangre de otros muchos, un dolor inabarcable que amenazaba con extinguir la luz del mundo. Ahora, realmente, sólo queda un corazón grabado en el tronco de un árbol por las temblorosas manos de un enamorado que no supo decir a tiempo lo que su corazón llevaba guardado.”

Siempre se reunían en el mismo lugar. Desde que eran pequeños aquel pequeño claro del bosque que rodeaba sus casas se había convertido en un refugio secreto donde se cobijaban para huir de sus vidas cotidianas, para olvidar quiénes eran y qué se esperaba de ellos.
Había pasado mucho tiempo desde entonces y ahora ya no eran dos niños pequeños los que acudían a todo correr a la cita en el claro, intentando que sus familias no se diesen cuenta de su ausencia y esquivando las guardias que  habían establecido en torno a las dos enormes mansiones. Nadie debía saber que aquellos encuentros clandestinos existían si querían seguir viéndose.
Kirsty siempre era la primera en llegar y en aquella ocasión no fue diferente. La joven de largos cabellos oscuros y atigrados ojos verdes estudió el claro con detenimiento, intentando grabar en su memoria cada detalle del lugar en el que había pasado los instantes más maravillosos de su vida. Sonrió al pensar la cantidad de recuerdos que había atesorado en torno a aquel lugar, un lugar que, lo recordaba bien, al principio le aterraba. En aquel momento los recuerdos eran tan luminosos…los instantes pasados en el claro acudían a su memoria con todo detalle y la hacían suspirar al darse cuenta de que aquellos momentos quizás no volvieran a suceder. Él se marchaba. La guerra había comenzado y se llevaba consigo a la única persona con quien había podido hablar sin miedo, la única persona que la comprendía y la confortaba…¡Qué injusto!
-          ¡Kirs! – llamó desde la espesura la voz tan conocida de Kail, la impaciencia del tono hizo que Kirsty sonriera y se acercara al lugar por el que su joven amigo iba a entrar.
Una sonrisa luminosa se extendió por los rostros de los dos jóvenes. Kail corrió hasta ella y, con delicadeza, tomó el rostro ovalado de la joven entre sus manos, maltratadas por las horas de ejercicio con la espada. Sus miradas se quedaron fijas y, a su alrededor, todo pareció detenerse. El viento que azotaba los árboles se silenció, incluso los animales que a esas horas convertían el bosque en un murmullo continuo se callaron para observar aquel momento mágico en el que los dos jóvenes dejaban brotar los sentimientos que debían mantener ocultos.
Ella sonrió y alzó sus manos para ponerlas sobre las de él, cerró los ojos para dejar que el recuerdo de las manos, cálidas y firmes, se grabara a fuego en su memoria. No podía creer que aquel ritual se fuera a perder en el olvido…Una lágrima resbaló por la mejilla de Kirsty y Kail se apresuró a secarla con un beso que sólo consiguió que otra gota cayese sobre la mejilla opuesta.
-          ¡Oh, Kirst! No llores, por favor.- la voz de Kail era una súplica cargada del dolor del enamorado que conoce el dolor de su pareja y no puede hacer nada para aliviarlo.- Solo será un tiempo, te lo prometo, volveré antes de que te des cuenta y…
-          No mientas, Kail.- susurró ella, deshaciéndose de las manos que atrapaban su rostro y cobijándose en el amplio pecho del joven.- Ambos sabemos que esta guerra durará demasiado y…
-          No lo pienses.- Kirsty notó como el cuerpo del joven se tensaba al percibir cuál era la verdadera preocupación de la joven y ella no pudo más que envolverle con sus brazos, intentando que el frío que se había instalado en su alma desapareciera.- Volveré y nos iremos juntos, Kirsty.
-          ¿Por qué no huimos ahora, Kail?- se apartó de él y alzó el rostro con la súplica grabada en sus delicadas facciones.- Vámonos de aquí, olvídate del honor familiar y de la guerra…sólo tú y yo, una casita en el bosque y una vida tranquila sin preocuparnos por nuestras familias.
-          Kirsty…- la miraba con tristeza y sus ojos dejaban ver el dolor que le estaba causando el rostro inundado de lágrimas de su amada.- No puedo hacerlo, Kirst, se lo debo…
-          ¿A quién? ¿A ese viejo loco que te pega y te insulta? ¿A tu madre, que cierra los ojos? ¿A tus hermanos, que jamás se han preocupado por tu bienestar? – la ira había desbancado a la tristeza y el rostro de ella, normalmente pálido, había enrojecido mientras se alejaba de él para lanzarle aquellas verdades como puñales.- Ven conmigo, por favor, Kail, por favor, no me dejes.- vencida, dejó que sus brazos cayesen a ambos lados de su cuerpo  y su mirada se clavó en el suelo, intentando evitar el dolor que había en los ojos de Kail.
-          Kirst, no te preocupes.- su mano tomó el mentón de ella y lo alzó para que sus ojos se encontraran.- Pienso regresar y, entonces, tú y yo nos marcharemos de aquí juntos, sin mirar atrás…
-          Será demasiado tarde, Kail.- la expresión sorprendida del joven sólo sirvió para que ella se sintiese peor y las lágrimas volvieron a brotar sin control.- Mis padres me van a casar, Kail.- estaba segura de haber visto en los ojos de Kail cómo su corazón se rompía en dos, incluso sus ojos azules se habían oscurecido.- Esta primavera me obligaran a desposarme con Eric Vanhall.
-          No pueden hacerlo…- las piernas le temblaban mientras imaginaba a su preciosa Kirsty vestida de novia y yendo al encuentro de otro hombre, su adorable y delicada Kirsty en la cama de otro hombre que no fuera él, su adorada Kirsty jugando con unos pequeños idénticos a ella pero sin ningún parecido a él.- No puede ser, Kirst, no pueden hacer eso…
-          Si pueden, Kail.- suspiró y se dejó caer sobre la hierba.
-          ¿En primavera?
-          Sí.- Kirsty se estremeció al darse cuenta de que él la miraba con los ojos empañados de lágrimas y sintió que el corazón se paraba en su pecho para no tener que soportar aquel dolor que amenazaba con partirlo en dos.- Kail…
Kail ya no escuchaba. Simplemente se acercó a ella, con los labios entreabiertos y el rostro enrojecido por los sentimientos que se amontonaban en su pecho; sus brazos, fuertes y musculados por el ejercicio continuo, la rodearon y el rostro de él se cobijó en el hueco que quedaba entre su cuello y su hombro. Un cosquilleo placentero invadió el cuerpo de Kirsty y no pudo evitar que un suspiro de placer escapase de sus labios que esperaban anhelantes el contacto de los labios de aquel joven que se acurrucaba contra su cuello.
-          Esta no es tu guerra, Kail, ni la mía.- musitó la muchacha mientras notaba los besos de él acariciando su cuello y subiendo con una lentitud agónica hasta la línea de sus mejillas.
-          Sabes que es mi obligación ir.- su voz era suave y ronca, quebrada por el deseo y plagada de suspiros mientras sus labios continuaban acariciando la cálida piel de la muchacha.- No puedo abandonar al reino cuando más me necesita…
-          ¿Y yo?- se apartó de él bruscamente, poniendo sus brazos sobre el pecho agitado del joven y mirándole con los ojos inundados en lágrimas.- ¿Acaso no te necesito a mi lado? ¿Es más importante acudir ciegamente a una guerra que no es tuya mientras el amor de tu vida se marchita? ¿Me abandonarás por honor?
-          Kirst…- apenas era un susurro, una súplica sin fuerza que salía con dificultad de sus labios, a pesar de saber que no podía hacer nada más.- Debes entenderme…
-          No, no te entiendo.- su voz estaba cargada de reproche y sus brazos se separaron del pecho anhelante para caer, inertes, a ambos lados de su cuerpo.- No entiendo cómo puedes dejarme aquí, abandonada, para ir a la guerra…- un sollozo quebró su voz y sus hombros se agitaron mientras ella bajaba la cabeza.- ¿Sabes que te diriges a la muerte?
-          Soy bueno con la espada, amor mío, no voy a morir en esta batalla.- una sonrisa tranquilizadora surgió en sus labios y la expresión de su rostro se volvió más suave mientras intentaba que Kirsty le mirara a la cara.
-          Y si no mueres, lo haré yo.- susurró ella golpeando débilmente la mano de él que insistía en alzar su cabeza.- Moriré porque estaré condenada a desposarme con un hombre al que odio, condenada porque tú has decidido que tu honor y la seguridad del reino son más importantes que nuestro amor.
Kail se mantuvo inmóvil, pálido ante aquellas palabras que había golpeado con fuerza, y observó cómo su amada se ponía en pie con lentitud. El rostro surcado por las lágrimas, los ojos verdes brillando y su cuerpo, menudo y débil, tembloroso bajo las delicadas prendas de seda; la mirada de ella clavada en los ojos de él, una invitación a tomar una decisión final: o ella o el honor. Una decisión tan simple…pero tan complicada. Kail no dijo nada, simplemente bajó la mirada y esa fue respuesta suficiente para la muchacha que, con un último sollozo y un adiós ahogado en lágrimas, se alejó corriendo del claro en el que tantos recuerdos se amontonaban.

El claro se encontraba sumido en un silencio fúnebre, sólo roto por el tenue murmullo del viento veraniego acariciando las altas copas de los árboles y por el lejano eco del cantar de los pájaros. Él permanecía en el mismo punto. Sus manos descansaban sobre las rodillas y sus ojos se perdían en un horizonte que quizás sólo él podía apreciar, los recuerdos y los sueños se agolpaban en su memoria y no era capaz de huir de allí. La había dejado escapar. Había permitido que la mujer a la que amaba se fuera cubierta de lágrimas y pensando que para él su amor no era importante…Era un completo idiota. Sus manos se tensaron y se cerraron, como si aquel sencillo gesto bastase para paliar la tristeza y el dolor que amenazaban con desbordarlo.
Kirsty. Kirsty. Aquel nombre se repetía como una oración en su cabeza, siempre acompañado por una imagen fugaz de su sonrisa, sus ojos y…sus lágrimas. Kail rugió. Un grito ronco, cargado de dolor y de frustración, el grito de un enamorado que no ha sabido proteger a su amada. Un grupo de pájaros, que habían estado escondidos entre los árboles cercanos, alzaron el vuelo asustados ante la fuerza del grito y Kail alzó sus ojos para verlos pasar por encima de su cabeza. Libres. Él nunca podría ser libre como ellos, porque estaba atado a las convenciones y las costumbres; no podía dejar de lado a su país por una mujer, aunque ese fuera su mayor deseo. Estúpido. Se levantó con dificultad, sintiendo las piernas atontadas por el largo tiempo de inactividad en una postura tan forzada, y se encaminó con los pies cansados hacia el lugar por el que llegaría a su casa.
-          Te prometo que volveré a buscarte, Kirsty.- susurró mientras miraba por última vez el claro, ahora sumido en la oscuridad nocturna.- pase lo que pase, volveré a este mismo lugar y, entonces, podremos estar juntos para siempre.

Kirsty se dirigía al claro del bosque como hacía todas las tardes desde que Kail había marchado a la guerra. Habían pasado cinco años. Cinco largos años en los que ella había aguardado noticias de su amado, intentando disimular la desesperación de no saber nada delante de sus familiares y amigos. Nadie sabía que ella sólo suspiraba por Kail, aunque su marido se encontrase en aquella misma guerra.
No era infeliz, aunque tampoco del todo feliz porque su corazón seguía suspirando dolorosamente con la ausencia del hombre que lo había conquistado completamente. Desde aquel día, Kirsty siempre se había sentido culpable de haber sido tan dura con Kail y haberle abandonado de esa manera en el claro, pero había sido demasiado orgullosa para reconocerlo y, cuando lo hizo, ya era demasiado tarde porque él estaba lejos. Sin embargo, ella continuaba acudiendo todos los días al claro donde se daban cita; se sentaba en la suave hierba y recordaba con una sonrisa nostálgica los momentos mágicos que habían vivido juntos.
Aquella tarde había algo diferente en el ambiente y ella podía notarlo. Una tensión invisible que acariciaba cada parte de su cuerpo, haciéndola sentir alerta y expectante. El bosque se mantenía en un silencio poco usual para una tarde de primavera, y el viento, todavía frío, soplaba con fuerza haciendo que las ramas de los grandes árboles crujiesen amenazadoras. Kirsty alzó la mirada al cielo y se sorprendió al ver la gran nube negra que empezaba a cubrir el cielo, antes de un azul límpido, y que amenazaba con descargar una buena cantidad de agua y rayos. Apresuró su paso para poder permanecer unos segundos en su rincón antes de volver a casa, donde le esperaba una larga espera regada con grandes dosis de incertidumbre e hipocresía en compañía de su familia.
El claro, tan hermoso siempre, le pareció extremadamente oscuro, amenazante. Las briznas de hierba se mecían con cuidado creando un extraño contraste de verdes que danzaban como pequeños duendes ante los ojos de la joven. Tonterías, pensó ella y entró con paso decidido en el claro, dejándose caer en uno de los extremos, cerca del árbol en el que ambos habían coincidido la primera vez. Suspiró y cerró los ojos para perderse en sus recuerdos, pero un sonido chirriante e insistente la sacó de su ensimismación y la obligó a regresar a la realidad. Estaba segura de que no había estado más que unos minutos en trance, pero el claro se había cubierto de una neblina misteriosa que se movía empujada por los golpes de viento. El cielo se había oscurecido por completo, de tal manera que la apacible tarde se había convertido en una noche temprana y Kirsty bufó contrariada al darse cuenta de que debería regresar a la casa en que se encontraba cautiva.
-          Kirsty.
Solo un instante. El susurro inestable llegó a sus oídos con precisión y el rostro de la joven mudó su color al blanco marmóreo. No, no estaba loca, había escuchado su nombre y aquella voz…aquella voz le era tan familiar que le dolía sólo con recordarla. Se estremeció y, presa del miedo, se levantó del asiento de hierba esforzándose por colocar el chal sobre sus hombros desnudos. Se disponía a marcharse de aquel maldito lugar cuando de nuevo la voz, susurrante y anhelante, surgió llenando el silencio con su nombre. Kirsty sintió su espalda tensa y el vello de sus brazos erizado, pero, con el corazón palpitando sin descanso, se giró en busca de la voz que la llamaba de una manera tan insistente.
No había nadie. Las ramas de los árboles se agitaron, asustándola, y una risa nerviosa se escapó de entre sus labios.
-          No es nada.- se decía a sí misma, dejando que su mirada recorriese la espesura.- El viento, solamente eso…
 Su voz se quebró al ver el tronco del árbol en que se había apoyado. La corteza había sido mutilada por una mano inexperta que, con trazos indecisos, había grabado lo que parecía un corazón y el nombre de Kirsty aparecía dentro, reluciente con letras del color de la sangre. La joven, horrorizada ante aquella aparición, alzó la mano y acarició con delicadeza aquella inscripción misteriosa. La superficie rugosa estaba suave y Kirsty se sorprendió al notar la humedad en sus dedos. Separó la mano del corazón y, con el corazón a punto de estallar, observó sus dedos manchados de rojo…de sangre. No pudo soportarlo. Un gritó agónico escapó de sus labios y el color se escapó por completo de su rostro, con los ojos enloquecidos y la cabeza embotada, Kirsty salió corriendo de aquel lugar de pesadilla, las manos aun manchadas por la sangre de aquel corazón y el susurro insistente de su nombre repitiéndose sin descanso en su mente. 

domingo, 21 de agosto de 2011

Primera Opinión

Bueno, como todos sabreis, hace poco escribí un post por aquí pidiendo voluntarios que se leyesen mi novela y se prestasen a hacerme una crítica constructiva sobre los aspectos positivos y negativos. Para mi sorpresa, muy grata, por cierto, muchos amigos y conocidos se prestaron rapidamente a hacerlo....Así que, antes que nada, quiero agradecerles a todos esos amigos (ya sean conocidos en persona o mediante internet) por ese apoyo y por estar por aquí conmigo. Mil gracias, amigos y compañeros.
Pero este post lo abro porque hace poco me llegó la primera opinión de uno de esos voluntarios tan bienvenidos y tan queridos. Fernando, también conocido como Miraun, es un antiguo amigo y compañero de tardes (y mañanas, y noches, y madrugadas.... xD) de vicio, y me ha enviado una crítica sincera y constructiva que va encabezada por una opinión general para luego pasar a aspectos más concretos (errores gramaticales, mejoras, etc.) y esa pequeña opinión es la que voy a colgar aquí, para compartirla con todos, con permiso de Fernando. Por cierto, agrego el postdata porque me hizo mucha gracia y, además, creo que sirve para dar un poco más de visión al tema...Os dejo con la opinión, chicos.
"Antes de nada, felicitarte. La historia es excelente y cautivadora, la temática me gusta mucho y la ambientaste bien, y tu forma de narrar es, desde mi punto de vista, francamente buena. El final es apoteósico, y espero de veras con ganas la segunda parte o, en caso de que decidas escribir más de este libro, que lo continúes y me lo dejes leer xD los personajes están correctamente marcados en cuanto personalidad etc., (quizás deberías describir a alguno un poco más en profundidad) y es muy ameno leer la historia. La verdad es que es un libro que me compraría."
PD: Espero la segunda parte YA xD estoy enganchado y quiero saber qué será de Elisa, James Gray y la Miasma... la verdad Paulo por ahora me da un poco igual xDDDD pero enhoras, engancha mucho y estoy en vilo con a ver qué pasa xD
Pues nada...muchas gracias, miraun, por tu opinión (que me ha hecho mucha ilusión, la verdad) y tomaré nota de los consejos que me dabas a continuación.  A los demás, espero que os haya gustado y cuando tenga más opiniones (con permiso de sus autores, claro) pasaré a colgarlas por aquí. 
Por último, recordaros que vuestros comentarios son siempre bienvenidos y agradeceros el tiempo que habéis invertido leyendo esto.

sábado, 13 de agosto de 2011

Desvaríos de una mañana

© Tamara Díaz
(Reservados todos los derechos)

Esta noche olía a lluvia, a lluvia y a ausencia, porque tú no estabas a mi lado. El aroma tan característico de los días lluviosos, ese olor suave y refrescante que me golpea y me hace querer inhalar todo el aire posible de golpe...la tierra húmeda y las plantas fragantes, me mecía mientras intentaba dormir en esa pequeña cama que se ha convertido en la cárcel de mis sueños desde que no estás conmigo. 
Por la mañana, el sol se introdujo por la ventana, acariciándome y prometiéndome un nuevo día, un día cargado de sorpresas, cargado de felicidad porque, para variar, tú sí estarías. Y me sentí revuelta en esa cárcel, como el preso que agarra los barrotes de su celda y sueña con que llegue el momento de abandonarla aunque sólo sean unos pocos minutos...La libertad ansiada del alma que vive encerrada. Una libertad que huele a lluvia y lágrimas, una libertad que se disfruta brevemente y luego desaparece, dejando un amargo sabor en la boca y un corazón agarrotado que no consigue volver a latir con normalidad.
Y, sin embargo, llega el momento de salir, abandonar mi cárcel y acudir a tus brazos, cálidos y espectantes, pero mi cuerpo, cobarde sin causa, refunfuña y protesta desde la sombra mullida de la cama, porque no quiere arriesgarse. Prefiere la seguridad de lo conocido, la suavidad de las sábanas en la mañana, el olor de mi cama y de la lluvia, a unos momentos de gozo que le harán sufrir más tarde. ¡Ah, cuerpo traicionero! Mi corazón, mi alma aspiran a volar libremente hacia esos brazos ansiados, sueñan con no volver a la comodidad de la cama, pero tú, monstruo conformista de la naturaleza humana, te desperezas con tranquilidad y te regocijas sintiendo bajo la espalda el mullido colchón que simboliza mi pérdida.
Ahora ya no huele a lluvia, ni siquiera el tenue aroma de la tierra mojada por la noche sube hasta mi ventana. Ahora sólo hay un calor asfixiante, un calor que invade mi cuerpo y calma mis músculos...Y yo he vencido a mi cuerpo, doblegado por las ansias de mi alma se dirige sin dilación a donde me espera la felicidad efímera de un abrazo, de un beso, de un te quiero...mil risas contenidas en un instante, mil palabras en una simple mirada....y yo, masoquista de los sentimientos, acudo rauda hacia ellas, aun sabiendo que luego, cuando vuelva a esta cárcel dorada de comodidades y tranquilidad, sentiré aun más esa ausencia que cada día me tortura.

viernes, 12 de agosto de 2011

© Tamara Díaz
(Reservados todos los derechos)
Suspiré y noté ahogarse en mi pecho un grito mudo,
un llanto escondido en lo más profundo del pecho.
Estaba herida de muerte y tú lo sabías,
sabías que mi corazón se negaba a latir
pero ignoraste mis lágrimas y te marchaste lejos de aquí,
sin mirar atrás, sin una sonrisa que me ayudase a recordar.
Te fuiste, tú que habías sido mi aliento y mi sostén,
te marchaste y ya no quisiste volver.
Y yo me quedé aquí. Quieta, inmóvil, desencajada.
Mi corazón latía descompasado, como quejándose,
y mis ojos, secos ya de lágrimas, miraban la nada,
fijándose quizás en recuerdos que ya no existían.
Una sombra de mí es lo que dejaste atras,
porque mi alma, mi estúpida y torpe alma,
se fue tras de ti, buscando un lugar en tu pecho,
esperando encontrar abrigo en tu recuerdo...
y murió de frío en ese corazón de hielo.
                                                                                                     © Tamara Díaz
                                                                                    (Reservados todos los derechos)

jueves, 11 de agosto de 2011

Buenos días a todos!
Hoy voy a abrir esta entrada, breve y concisa, para hacer dos anuncios importantes:

1. He autopublicado un libro en BUBOK. Se trata de un libro orientado a la enseñanza de la Cultura Clásica en la educación secundaria (14-17 años) y en el que trato un aspecto importante en el sistema educativo español actual: las competencias básicas. Además, puede servir de ayuda a los profesores de este área o de otras afines (historia) para elaborar una sesión diferente a las que estamos acostumbrados ya que la compra del libro (en versión papel o versión ebook) incluye el derecho a poseer una copia del PowerPoint sobre el que gira la exposición. Si alguien está interesado o cree que conoce a alguien que podría estarlo, solo tenéis que pinchar aquí y podréis ojear el libro. Un saludo y gracias!.




2. Necesito voluntarios...sí, sí, habéis leído bien. Necesito voluntarios que tengan tiempo y quieran leer mi novela completa (Eterna Oscuridad) para darme su opinión sobre los puntos débiles y los fuertes, cosas que debo mejorar, etc. Los colaboradores no se irán de manos vacías, su crítica será publicada (si quieren, claro) en el blog haciendo mención del sitio web que quieran; creo que es lo mínimo que puedo ofreceros, ¿no?
¿Alguien se anima?  Lo podéis poner por aquí en comentarios o por facebook o por mail, me es indiferente.





Muchas gracias por vuestra atención y que paséis un buen día!!

miércoles, 10 de agosto de 2011

El regreso de Harry Potter

Harry Potter llegó a su fin con el séptimo libro de la saga, pero muchos de los fans se quedaron con un sabor amargo en la boca. Realmente todos los lectores hemos pasado alguna vez por ese momento agridulce en el que terminamos la saga/serie que estabamos leyendo con tanto ahínco (en ocasiones, rápidamente) y nos preguntamos: ¿y ahora qué? Todos creemos que esas historias maravillosas no terminan tal y como deberían, nos sorprendemos imaginando continuaciones o posibles historias derivadas de la principal que nos ayudan a llenar el vacío que ha dejado ese libro ya terminado y recolocado en su lugar.

Bueno, pues algo semejante debió pasarle a G. Norman Lipper, un estadounidense que decidió continuar la historia de Harry Potter a través de un fan fict que pretende mostrarnos algo más del universo creado por Rowling y da a los fans la oportunidad de seguir viviendo la historia de magia. Sin embargo, lo que empezó siendo un entretenimiento o una forma de satisfacer la curiosidad propia de un fan, terminó convirtiéndose en un fenómeno que atravesó las barreras de internet y llegó hasta los medios de televisión.
A pesar de que este salto a los medios podría haber buscado problemas a Lipper por un problema con los derechos de autor, Rowling supo apreciar el gesto y la calidad literaria del fan fict (por lo visto ha imitado bastante bien la forma de escribir de Rowling y eso ha sorprendido mucho a los fans y a la propia autora) y permitió a Lipper continuar con su labor. Así pues, el autor ha continuado con sus andanzas literarias y ya tiene varios fans fictions inspirados en el mágico mundo de Harry Potter y sus amigos, tiene incluso una web bastante interesante en la que podemos encontrarlos todos los textos de este autor en edición PDF y en varios idiomas, aunque de momento sólo dos están en castellano.

James Potter y la encrucijada de los mayores. 
Sinopsis oficial de G. Norman Lipper. "Es muy difícil ser el hijo de una leyenda, y para James Potter, el hijo de El Chico que Vivió, el primer año en Hogwarts se presenta más difícil que para la mayoría. En el coleguio de magia James conocerá a nuevos amigos y tendrá que enfrentarse a un desafío cuando sorprende a un intruso muggle en los terrenos del colegio, aunque nadie parece creerle porque ¿cómo iba a conseguir un simple muggle colarse en Hogwarts? Eso, junto con la llegada a Hogwarts de una delegación de profesores y alumnos de la escuela americana Alma Aleron a los que rodea una conspiración que pretende acabar con las leyes de secretismo, que impiden que los muggles conozcan el mundo mágico harán de este primer curso de James toda una aventura. " 
James Potter y la Maldición del Guardián.
Sinopsis oficial de G. Norman Lipper."Un verano de cambios lleva a James Sirius Potter de regreso a Hogwarts, Escuela de Magia y Hechicería, con una nueva perspectiva. Confiando en que ha dejado bien atrás las aventuras del año pasado, James se prepara para el desafío más prosaico de su carrera estudiantil, superar la prueba para entrar al equipo de quidditch, y mantener vigilados a su hermano Albus y su prima Rose.
Sin embargo, el nuevo año trae nuevas aventuras, comenzando con algunas dudas que cada vez se hacen más alarmantes acerca del nuevo director, Merlinus Ambrosius, cuyo largo viaje fuera del tiempo puede haber atraído la atención de una horrible entidad conocida legendariamente como «el Guardián».
Decidido a probar la confiabilidad de Merlín, James se encuentra a sí mismo sumergido en una telaraña de intrigas, engaños y secretos que cada vez se hace más profunda y se remonta hacia atrás en el tiempo, hasta la época de los fundadores.
Bajo la amenaza del Guardián, que está preparando a su profetizado anfitrión humano para un definitivo reino de ruina y destrucción, James, Rose y Ralph forjan inesperadas alianzas en un último esfuerzo desesperado para detenerlo antes de que sea demasiado tarde.
Sin embargo, al final, todas las esperanzas señalan a Merlín, y James debe enfrentar la muy real posibilidad de que todo lo que sabe acerca del nuevo director es, de hecho, una fachada cuidadosamente erigida."


martes, 9 de agosto de 2011

Despertar

Un nuevo día. Abro los ojos sin muchas ganas y el sol que se filtra por la ventana me hace daño, siento el impulso de girarme y cubrirme el rostro con la almohada para intentar deslizarme de nuevo en los brazos de Morfeo, pero sé que debo levantarme. Oigo un golpe en la cocina y siento cómo mis músculos se tensan. Me incorporo lentamente y siento la cabeza embotada por el alcohol de la noche anterior, el estomágo da vueltas como si quisiera coger velocidad y salir volando, la cabeza me palpita recordándome los excesos cometidos.
Dejo que las piernas se posen sobre la mullida alfombra que cubre el frío suelo de mi habitación, muevo los dedos de los pies, disfrutando de esa sensación extraña, y suspiró antes de que mi cabeza dé órdenes al resto de mi cuerpo. Creo que mis piernas tampoco están muy católicas esta mañana, se mueven con dificultad, arrastrando los pies tras de ellas. Llego al baño y miro mi reflejo en el espejo...horrible. Tengo unas ojeras profundas y bien definidas, los rizos se me han enredado dándome el aspecto de una bruja psicótica y tengo la piel de un color enfermizo que, sinceramente, concuerda con cómo me siento. En fin. Suspiro y me lavo la cara, sintiendo el frescor del agua como un bálsamo para mi cansancio. Me vuelvo a mirar y asiento: tengo mejor aspecto. El problema será el pelo...cojo el peine y lo empapo con agua, roció mi cabeza con el acondicionador especial y dejo que el peine deshaga esa maraña de pelo.
Cuando me miro al espejo sonrío, ya parezco una persona. Salgo de la habitación con el cuerpo cansado y unas ganas locas de tomarme un café. La luz del comedor está encendida. Gruño y la apago porque ya hay suficiente luz natural. Le oigo tararear en la cocina y sonrío, olvidándome de la luz y de la tapa del baño sin bajar...Ahí está, preparando café mientras canturrea una de esas canciones de rock que tanto le gustan. Ha preparado tostadas y ya tiene dos vasos de zumo preparados. 
Cuando entro en la cocina se gira para mirarme y esboza una sonrisa deslumbrante, de esas que te hacen olvidar todo lo malo...Creo que incluso se me ha pasado la resaca. Sonrío y me acerco a él, que me espera con los brazos abiertos para abrazarme. Siento sus labios en mi cabeza y sus brazos en torno a mi cuerpo. Sonrío. Es una maravillosa manera de iniciar un día.

lunes, 8 de agosto de 2011

Sobre el terrorismo lingüístico o la hipocresía de la literatura elitista.


Existe una latente polémica en el mundo virtual sobre el lenguaje en sí mismo. Hay quienes, cual miembros de la Inquisición Lingüística, elevan las voces en contra de todo aquél, incauto y desgraciado, que se atreva a poner por escrito una palabra con algún tipo de error gramatical u ortográfico... Estos señores, tan doctos todos en el arte de la palabra escrita y en la ciencia de escribir palabras, se escudan en unos conocimientos básicos que, según su señorial opinión, todos y cada uno de los seres vivos presentes en la tierra deben conocer so pena de ser juzgados cual despreciables terroristas del lenguaje, asesinos de la ortografía y la gramática.  Un mundo idílico es el que buscan los defensores a ultranza de la perfección académica en los escritos, un mundo utópico que, por desgracia, se encuentra muy alejado de la realidad en la que nos movemos…Soy filóloga y, como filóloga, adoro las letras y la lengua, me gusta escribir bien y con corrección porque lo considero una obligación; sin embargo, no soy tan sumamente hipócrita como para gritar a los cuatro vientos que yo nunca cometo faltas de ortografía, porque las cometo y muy a menudo…me equivoco y no me avergüenzo porque creo que las equivocaciones han dado lugar a maravillosos avances que las estrechas mentes de estos doctos señores defensores de la ultracorrección del lenguaje jamás habrían sido capaces de imaginar.
Además, estos doctos señores olvidan, supongo que por desconocimiento o por necesidad de obviar un dato que podría poner patas arriba todo ese mundo idílico, que el lenguaje que tanto defienden no es sino el resultado del asesinato de un lenguaje anterior al que conocemos como “latín”. Sí, lectores, el castellano (y demás lenguas romances) son, pese a quien pese, lenguas que proceden del mal uso de otra lengua, mucho más antigua y más compleja que la nuestra...Seguramente en aquella época también hubo señores doctos que alzaron sus voces, sus puños y sus túnicas en contra de esos desvergonzados que se atrevían a decir “hielo” en vez de “gelu” o “agua” en vez de “aqua”; seguramente, muchos fueron los pobres ignorantes que cayeron en las manos de estos señores tan doctos que escribían tan correctamente como hablaban, pero cuya imaginación estaba tan seca como el riachuelo de mi pueblo. Fueron estos “despreciables ignorantes” los que promovieron la aparición de una nueva lengua más adecuada a la formación del pueblo y a sus necesidades, estos anónimos patanes que, seguramente, tuvieron que escuchar a diario las quejas de unos pocos señoritos que creían ser los paladines del saber y cargaban pluma en mano contra aquellos que no poseían el grado de perfección lingüística que ellos mismos esperaban, creando heridas invisibles que seguramente nos han privado de grandes literatos que carecían de una formación académica pero poseían una gran imaginación para escribir magníficos relatos. Hoy en día el acoso de estos doctos en la materia sigue estando vigente, se camuflan entre la gente y atacan sin ningún tipo de piedad a aquellos que, según su opinión, no merecen ni siquiera una oportunidad en el mundo de la literatura debido a sus errores lingüísticos. Estos doctos actuales tienen una ventaja y es que pueden llegar a mucha más gente, herir muchas más sensibilidades con esa palabrería  que tan bien esgrimen y crear un gran número de dudas a aquellos que se atreven a adentrarse en un mundo que ellos consideran elitista.
Este tipo de actuaciones me causan una decepción continua, porque la literatura no es algo elitista. Esa es su auténtica magia, que todos y cada uno de nosotros podemos llegar a escribir. La literatura permite que nuestra mente se libere de esas ideas que otros guardan e ignoran; nos permite poner sobre un papel nuestros sueños y ambiciones, crear un mundo en el que todo es posible y personajes que nos llenan el corazón con su presencia…La literatura es libertad, según mi forma de verlo, y me parece muy triste que una persona que, supuestamente, ama la literatura se atreva a poner límites a la creación, poner trabas basadas en conocimientos teóricos que, si bien son importantes, no son indispensables. Cuando hablo de literatura y de la labor del escritor, me gusta recordar a los primeros escritores…aquellos bardos que cantaban grandes epopeyas en las cortes de su país,  desconocedores de la lengua y con errores gramaticales que luego serían subsanados por especialistas. ¿de dónde salieron los grandes mitos? Esas narraciones no fueron escritas por expertos de la lengua, sino que fueron inventadas por alguien que ni siquiera conocía la escritura (los mitos, en cualquier civilización, son la muestra de literatura más antigua y se datan bastante antes de la invención de un lenguaje escrito), pero que poseía la capacidad de imaginar e inventar esas historias fantásticas que ellos consideraban tan reales (o factibles) como la vida misma. Será más tarde, con la aparición del lenguaje escrito, cuando estos mitos sean recogidos y corregidos por especialistas de la lengua, escritores a tiempo completo y con profundos conocimientos lingüísticos basados en una educación elitista… Pensemos, por ejemplo, en Homero o Hesíodo que son los máximos representantes de la literatura griega arcaica o en Virgilio y Ovidio, dos representantes de la literatura latina imperial. Estos escritores pertenecían a una élite social que, como tal, tenía acceso a una educación esmerada y completa de la que el resto carecía; conocían su lengua a la perfección y por ello eran capaces de escribir grandes obras. Sin embargo, miremos el panorama literario de estas épocas…¿quiénes eran los escritores? Miembros de la élite social. ¿Quiénes eran los lectores? Miembros de la élite social. ¿Y los que no pertenecían a esta élite? No tenían opciones, porque carecían de formación , pero poseían sus propios medios de literatura: la literatura oral.
 Ahora miremos al futuro. Acudamos a nuestra época  y miremos a nuestro alrededor… ¿quién escribe hoy en día? Cualquiera ¿Quién lee hoy en día? Todos. Las limitaciones de la literatura han ido desapareciendo y eso ha promovido la aparición de diferentes géneros o temáticas literarias que se adaptan a cada miembro de la población actual…Tenemos novelas fantásticas, de amor, de misterio, de crímenes, históricas, etc. Un amplio abanico que  concede miles de oportunidades a los lectores…algo que antes no sucedía. Los escritores, además, ya no tienen que pertenecer a una élite social para poder escribir y ese es uno de los grandes avances de la literatura moderna, según mi opinión.  Sin embargo, no debemos equivocarnos, porque estos escritores modernos no es que carezcan de estudios y, por tanto, escriban rematadamente mal, sino que me refiero a personas que poseen estudios básicos o autodidactas y que, por tanto, no conocen de manera profunda la lengua que manejan ; este pequeño fallo se puede subsanar rápidamente porque hoy en día existe la figura del corrector lingüístico que puede ayudar a un escritor a buscar aquellos fallos en su expresión escrita. El uso de un corrector no significa que el escritor sea mediocre, sino que el escritor sabe reconocer sus limitaciones y pone una solución efectiva; mientras que los escritores doctos (no aquellos que saben mucho, sino aquellos que creen saber mucho) tienden a cometer un tremendo error: confiarse, y luego pasa lo que pasa.
Sinceramente prefiero un escritor que sepa crear ambiente y situaciones que me enganchen, a un escritor que tenga tal dominio lingüístico como para ser capaz de usar veinte sinónimos de una misma palabra en un párrafo o escribir acrónimos escondidos entre la narración o usar palabras complicadas o escribir 900 páginas sin errores lingüísticos, pero que sea incapaz de engancharme o atraerme con la historia que cuenta.

viernes, 5 de agosto de 2011

Microrelato para empezar el fin de semana.

© Tamara Díaz
(Reservados todos los derechos)


Apareció de la nada. Un halo misterioso le envolvía, una luz resplandeciente me cegaba…una aparición, pensé, una aparición producto de mi imaginación enferma. Apareció de la nada, me sonrió y yo me sentí llena de un calor especial que disolvía aquellas lagunas negras que eran mis dudas. Levantó una mano, blanca como ella misma, y, con una sonrisa benevolente en su rostro de alabastro, la situó sobre la mía. Entonces, aquellos dedos inmóviles durante el día, se afanaron en teclear historias sobre la pantalla brillante del portátil que descansaba en mis piernas, mientras yo, ajena a aquél momento, seguía admirando la belleza de esa mujer serena que con su tacto había revivido mi inspiración muerta. Y ella me miraba a mí con dulzura, y sus labios se entreabrieron para decirme algo y mis dedos escribieron: Apareció de la nada. Miré las letras, que parecían titilar sobre la pantalla, y alcé de nuevo los ojos pero ella ya no estaba.